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Jardines, estanques y fuentes en el complejo de Sigiriya
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La roca de Sigiriya- "Roca del León"
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Las ruinas de
Sigiriya es una de las paradas obligatorias en
Sri Lanka. La
"Roca del León" con su enorme cumbre, fue declarada
Patrimonio Mundial por la
UNESCO en el año 1982. Para llegar hasta ella tendrás que subir aproximadamente
1.200 escalones, aunque es una subida llevadera y no muy dura. Solo en la parte final a través de una escalera de caracol y el acceso a las pinturas puede presentar un reto para las personas que sufran de
vértigo. Recomiendo que se suba a primera hora de la mañana porque luego la afluencia de turistas es mayor y así podrás disfrutarla más apaciblemente. Una
roca de granito de
370 metros con un magnífico palacio que fue
construido alrededor del año
475 D. C por el
Rey Kashyapa. Esta cargado
de historia con
restos arqueológicos y
arte rupestre, es una maravilla
de la ingeniería antigua, el arte y la cultura. El complejo del palacio
al pie de la roca todavía tiene los restos de cuatro piscinas interiores
donde se bañaban las
500 concubinas del
Rey. La estructura del
Palacio
fue construida con complejas
arterias de agua en las paredes que
proporcionaban
aire acondicionado natural en el clima cálido. Según las antiguas crónicas, el príncipe
Kashyapa se refugió en la cima de la
Roca de Sigiriya
después de matar a su padre, el
Rey Dhatusena. De esta manera evitó,
durante un tiempo, la represalia de su medio hermano
Mugalan. Con la llegada del
ReyKashyapa a la
Roca de Sigiriya, los
monjes tuvieron que mudarse a la cercana
Roca de Pidurangala ( Ver el siguiente artículo de este blog ) . |
Familia de macacos en la "Roca del León" en Sigiriya
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Uno de los estanques que hay dentro del complejo
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Lo primero que se nota es la importancia que le dieron al agua. Hay restos de estanques,
piscinas, fuentes... tenía que ser un lugar hermoso y muy fresco. Los
jardines están organizados de manera simétrica, desde que llegas por el
puente principal. La roca servía de protección porque podías ver venir
al invasor muy fácilmente, pero además de eso, había excavaciones
alrededor de ella que se habían llenado de agua. Solo podías pasar por
ellas a través de unos puentes. Después de esto te encontrabas con estos
jardines, como una recompensa por haber pasado las etapas más
difíciles. En esta gran extensión que sirve de entrada y recibe a los viajeros, los
verdaderos protagonistas, para variar, son los macacos. Estos pequeños
primates son los reyes de los jardines y conseguir una sola foto sin su
presencia es una misión imposible.
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Inicio de la subida a la "Roca del León"
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Restos del antiguo Monasterio
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Vemos que el cielo se está empezando a nublar y que las nubes amenazan con una lluvia que ya sufrimos en nuestro primer día en Negombo. Esperamos que por lo menos no llueva y podamos visitar esta maravilla sin mojarnos. Más de mil peldaños nos separaban de la cima de la gran roca, a la que se
accede por una escalera que empieza estando tallada en la misma piedra, y que más
tarde se transformara en una escalera de hierro que va ascendiendo bordeando uno de sus
costados. De acuerdo con las antiguas crónicas, este sitio fue el elegido por el Rey KASHYAPA (477-495 D.C) para establecer su nueva capital, donde
construyó su fortaleza en la parte superior de la gran piedra y decoró
sus paredes con coloridos frescos. A día de hoy, el complejo de Sigiriya, es considerado como uno de los primeros ejemplos que se han conservado de la "Antigua Planificación Urbana".
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Pintura Concubina de Pidurangala
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Finalmente llegamos a las escaleras de hierro adheridas al lateral de la
montaña, aunque la monótona subida cambió cuando unas escaleras de
caracol nos llevaron de lleno dentro de unas cuevas cuyas paredes
estaban pintadas con imágenes de mujeres de torsos desnudos. La primera parada son las pinturas en la pared de la roca, de las
"Damas de Sigiriya". Esta
galería, de más de 1600 años de antigüedad, llegó a cubrir una área de
5600 metros cuadrados con más de
500 retratos de aquellas mujeres con
grandes pechos. La
Cueva cuando se empieza a subir estaba
totalmente cubierta de pinturas, pero ahora solo quedan algunas. Los
detalles son muy hermosos y finos, el lugar era el refugio para los
monjes ermitaños en la primera época, pero con la llegada de la
Corte Real y la construcción del
Palacio, se empezaron a pintar en la cueva los famosos
frescos de las
concubinas del
Rey.
Se pueden ver también etapas de una serie de censura, ya que intentaron
cubrir los pechos de estas pinturas, porque no eran muy adecuadas por el
Monasterio y los monjes, pero al final no pudieron y se tuvieron
que dejar. Desafortunadamente no está permitido ni sacar fotografías, ni
tampoco vídeos, cosa que no entendemos muy bien, ya que es el único
lugar en todo el viaje, que no nos dejaron y eso que las pinturas
estaban en la cueva pero al descubierto, protegidas
por una "lona" de los
elementos.
EN EL PÁRRAFO DEL ARTÍCULO OS PONGO UNA
FOTOGRAFÍA DE UNA CONCUBINA DEL TEMPLO DE PIDURANGALA, IDENTICA A LAS
QUE HAY EN LA CUEVA DE SIRIGIYA
(así os podéis hacer una idea mejor y más acertada de lo que te encuentras en la cueva). |
La "Puerta del León"
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En las escaleras de la "Puerta del Léon"
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Vamos subiendo por la ladera de esta roca gigante, en dirección a su cima, donde estaba construida la antigua capital de Sri Lanka. La roca de Sigiriya, cuyo nombre deriva de su estructura Sīhāgiri, la "Roca del León" y por la curiosa forma que tiene. Minutos más tarde llegamos a una explanada en medio del camino
en la
que la gente aprovechaba para descansar un rato. En las escaleras de
piedra que seguían hacia arriba se encontraban las tan famosas "garras"
esculpidas en la roca, lugar en el que no podíamos dejar de hacernos
fotos, hay una puerta que se llama "La Puerta del León", que marcan el inicio de la subida por el camino antiguo. Consiste en dos impresionantes "Patas de León", que junto a la escalera
son todo lo que queda de una puerta de entrada, en su día colosal,
construida con forma de un León en cuclillas. Las vistas que
se nos abrían a cada paso, ofrecían un gran premio a nuestro subir y subir de
escalones.
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Restos del antiguo Palacio en la cima de Sirigiya
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La cima de Sirigiya vista desde Pidurangala
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Cuando finalmente llegamos arriba la espectacular panorámica de 360
grados hizo que olvidara completamente el esfuerzo realizado para llegar
hasta allí. Mirara hacia donde mirara, el campo de visión era infinito y
la estampa terminaba cuando el cielo y la tierra se unían a lo lejos en
la línea del horizonte. Semejante espectáculo hizo que no prestase
atención a todo lo que había allí en la cima hasta unos minutos más
tarde. Lástima que como nos íbamos temiendo el tiempo fue empeorando, hasta que
finalmente vuelva a llover con fuerza. Toda la gente que había empieza a
desaparecer y nosotros decidimos cobijarnos en unos de los árboles que
hay entre las ruinas. Esperanzados de que vaya poco a poco dejando de
llover y poder continuar con la visita. Por suerte va parando de llover, y no nos ocurre como en el día de ayer que ya no dejo de llover hasta bien entrada la noche. Allí estaban las ruinas de lo que fue el Palacio y sus piscinas, y hasta lo que en su día fue el trono del REY KASHYAPA. Unas piedras colocadas en estructuras, que aunque no podíamos apreciar por su estado lo que fue en su época este gran Palacio, te fascinan con lo que eran en su momento, y en el lugar tan privilegiado en donde se encontraban.
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Una Estupa truncada dentro del complejo de Sirigiya
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Sistema para comprobar el nivel del agua
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De todo el complejo del Palacio solo la piscina que también hizo la función de reserva de
agua, parecía todavía cumplir su cometido, almacenando una buena cantidad
de agua aunque ya no hubiese nadie que la fuese a utilizar. Después de
la subida y si el tiempo hubiera sido mejor, no hubiese estado mal darnos un buen baño en ésta. Desde la cima, podrás contemplar la belleza del paisaje con unas vistas espectaculares de los alrededores, rodeada de gran vegetación y con varios lagos. En la
cumbre, se pueden ver los restos de las paredes del palacio, los "jardines reales" y
estanques que están abajo. Poco a poco uno veía los jardines y el resto de paisaje de su alrededor más lejanos y la distancia con el suelo más vertiginosa. La bajada por las "escaleras de piedra" fue mucho más rápida de lo que había sido la subida que realizamos anteriormente...
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