lunes, 20 de noviembre de 2023

ROCA DEL LEÓN- (SIGIRIYA)

Jardines, estanques y fuentes en el complejo de Sigiriya

La roca de Sigiriya- "Roca del León"
Las ruinas de Sigiriya es una de las paradas obligatorias en Sri Lanka. La "Roca del León" con su enorme cumbre, fue declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO en el año 1982. Para llegar hasta ella tendrás que subir aproximadamente 1.200 escalones, aunque es una subida llevadera y no muy dura. Solo en la parte final a través de una escalera de caracol y el acceso a las pinturas puede presentar un reto para las personas que sufran de vértigo. Recomiendo que se suba a primera hora de la mañana porque luego la afluencia de turistas es mayor y así podrás disfrutarla más apaciblemente. Una roca de granito de 370 metros con un magnífico palacio que fue construido alrededor del año 475 D. C por el Rey Kashyapa. Esta cargado de historia con restos arqueológicos y arte rupestre, es una maravilla de la ingeniería antigua, el arte y la cultura. El complejo del palacio al pie de la roca todavía tiene los restos de cuatro piscinas interiores donde se bañaban las 500 concubinas del Rey. La estructura del Palacio fue construida con complejas arterias de agua en las paredes que proporcionaban aire acondicionado natural en el clima cálido. Según las antiguas crónicas, el príncipe Kashyapa se refugió en la cima de la Roca de Sigiriya después de matar a su padre, el Rey Dhatusena. De esta manera evitó, durante un tiempo, la represalia de su medio hermano Mugalan. Con la llegada del ReyKashyapa a la Roca de Sigiriya, los monjes tuvieron que mudarse a la cercana Roca de Pidurangala ( Ver el siguiente artículo de este blog ) .

Familia de macacos en la "Roca del León" en Sigiriya

Uno de los estanques que hay dentro del complejo

Lo primero que se nota es la importancia que le dieron al agua. Hay restos de estanques, piscinas, fuentes... tenía que ser un lugar hermoso y muy fresco. Los jardines están organizados de manera simétrica, desde que llegas por el puente principal. La roca servía de protección porque podías ver venir al invasor muy fácilmente, pero además de eso, había excavaciones alrededor de ella que se habían llenado de agua. Solo podías pasar por ellas a través de unos puentes. Después de esto te encontrabas con estos jardines, como una recompensa por haber pasado las etapas más difíciles. En esta gran extensión que sirve de entrada y recibe a los viajeros, los verdaderos protagonistas, para variar, son los macacos. Estos pequeños primates son los reyes de los jardines y conseguir una sola foto sin su presencia es una misión imposible.

Inicio de la subida a la "Roca del León"

Restos del antiguo Monasterio

Vemos que el cielo se está empezando a nublar y que las nubes amenazan con una lluvia que ya sufrimos en nuestro primer día en Negombo. Esperamos que por lo menos no llueva y podamos visitar esta maravilla sin mojarnos. Más de mil peldaños nos separaban de la cima de la gran roca, a la que se accede por una escalera que empieza estando tallada en la misma piedra, y que más tarde se transformara en una escalera de hierro que va ascendiendo bordeando uno de sus costados. De acuerdo con las antiguas crónicas, este sitio fue el elegido por el Rey KASHYAPA (477-495 D.C) para establecer su nueva capital, donde construyó su fortaleza en la parte superior de la gran piedra y decoró sus paredes con coloridos frescos. A día de hoy, el complejo de Sigiriya, es considerado como uno de los primeros ejemplos que se han conservado de la "Antigua Planificación Urbana".


Pintura Concubina de Pidurangala
Finalmente llegamos a las escaleras de hierro adheridas al lateral de la montaña, aunque la monótona subida cambió cuando unas escaleras de caracol nos llevaron de lleno dentro de unas cuevas cuyas paredes estaban pintadas con imágenes de mujeres de torsos desnudos. La primera parada son las pinturas en la pared de la roca, de las "Damas de Sigiriya". Esta galería, de más de 1600 años de antigüedad, llegó a cubrir una área de 5600 metros cuadrados con más de 500 retratos de aquellas mujeres con grandes pechos. La Cueva cuando se empieza a subir estaba totalmente cubierta de pinturas, pero ahora solo quedan algunas. Los detalles son muy hermosos y finos, el lugar era el refugio para los monjes ermitaños en la primera época, pero con la llegada de la Corte Real y la construcción del Palacio, se empezaron a pintar en la cueva los famosos frescos de las concubinas del Rey. Se pueden ver también etapas de una serie de censura, ya que intentaron cubrir los pechos de estas pinturas, porque no eran muy adecuadas por el Monasterio y los monjes, pero al final no pudieron y se tuvieron que dejar. Desafortunadamente no está permitido ni sacar fotografías, ni tampoco vídeos, cosa que no entendemos muy bien, ya que es el único lugar en todo el viaje, que no nos dejaron y eso que las pinturas estaban en la cueva pero al descubierto, protegidas por una "lona" de los elementos

EN EL PÁRRAFO DEL ARTÍCULO OS PONGO UNA FOTOGRAFÍA DE UNA CONCUBINA DEL TEMPLO DE PIDURANGALA, IDENTICA A LAS QUE HAY EN LA CUEVA DE SIRIGIYA

(así os podéis hacer una idea mejor y más acertada de lo que te encuentras en la cueva).

La "Puerta del León"
En las escaleras de la "Puerta del Léon"

Vamos subiendo por la ladera de esta roca gigante, en dirección a su cima, donde estaba construida la antigua capital de Sri Lanka. La roca de  Sigiriya, cuyo nombre deriva de su estructura Sīhāgiri, la "Roca del León" y por la curiosa forma que tiene. Minutos más tarde llegamos a una explanada en medio del camino en la que la gente aprovechaba para descansar un rato. En las escaleras de piedra que seguían hacia arriba se encontraban las tan famosas "garras" esculpidas en la roca, lugar en el que no podíamos dejar de hacernos fotos, hay una puerta que se llama "La Puerta del León", que marcan el inicio de la subida por el camino antiguo. Consiste en dos impresionantes "Patas de León", que junto a la escalera son todo lo que queda de una puerta de entrada, en su día colosal, construida con forma de un León en cuclillas. Las vistas que se nos abrían a cada paso, ofrecían un gran premio a nuestro subir y subir de escalones.  

Restos del antiguo Palacio en la cima de Sirigiya
La cima de Sirigiya vista desde Pidurangala

Cuando finalmente llegamos arriba la espectacular panorámica de 360 grados hizo que olvidara completamente el esfuerzo realizado para llegar hasta allí. Mirara hacia donde mirara, el campo de visión era infinito y la estampa terminaba cuando el cielo y la tierra se unían a lo lejos en la línea del horizonte. Semejante espectáculo hizo que no prestase atención a todo lo que había allí en la cima hasta unos minutos más tarde. Lástima que como nos íbamos temiendo el tiempo fue empeorando, hasta que finalmente vuelva a llover con fuerza. Toda la gente que había empieza a desaparecer y nosotros decidimos cobijarnos en unos de los árboles que hay entre las ruinas. Esperanzados de que vaya poco a poco dejando de llover y poder continuar con la visita. Por suerte va parando de llover, y no nos ocurre como en el día de ayer que ya no dejo de llover hasta bien entrada la noche. Allí estaban las ruinas de lo que fue el Palacio y sus piscinas, y hasta lo que en su día fue el trono del REY KASHYAPA. Unas piedras colocadas en estructuras, que aunque no podíamos apreciar por su estado lo que fue en su época este gran Palacio, te fascinan con lo que eran en su momento, y en el lugar tan privilegiado en donde se encontraban.

Una Estupa truncada dentro del complejo de Sirigiya

Sistema para comprobar el nivel del agua

De todo el complejo del Palacio solo la piscina que también hizo la función de reserva de agua, parecía todavía cumplir su cometido, almacenando una buena cantidad de agua aunque ya no hubiese nadie que la fuese a utilizar. Después de la subida y si el tiempo hubiera sido mejor, no hubiese estado mal darnos un buen baño en ésta. Desde la cima,  podrás contemplar la belleza del paisaje con unas vistas espectaculares de los alrededores, rodeada de gran vegetación y con varios lagos. En la cumbre, se pueden ver los restos de las paredes del palacio, los "jardines reales" y estanques que están abajo.  Poco a poco uno veía los jardines y el resto de paisaje de su alrededor más lejanos y la distancia con el suelo más vertiginosa.  La bajada por las "escaleras de piedra" fue mucho más rápida de lo que había sido la subida que realizamos anteriormente...

ELEPHAS HOTEL

Árbol del Mango del Hotel
Después de una jornada intensa y dura, de visitas y recorridos, nada mejor que poder descansar y alojarte en un hotel como en el que tuvimos la gran suerte de estar, el ELEPHAS HOTEL. Es un pequeño pero encantador hotel, con 32 habitaciones, cada una de ellas están ubicadas en unos pequeños apartamentos, situados en un entorno único, rodeados de gran vegetación y naturaleza, en donde podrás disfrutar de grandes vistas. Las habitaciones son amplias y cómodas y el hotel ofrece una piscina y un jardín muy bonito para relajarse después de las visitas culturales que hay en la zona. 

 


Su ubicación tan privilegiada, ofrece un fácil acceso a una gran variedad de atracciones turísticas cercanas, pudiendo de esta manera disfrutar de las maravillas de Sri Lanka y descubriendo lo mejor de la zona cultural de Sigiriya. Es un lugar ideal para descansar y relajarse después de una dura jornada, disfrutando de un ambiente tranquilo. Cuenta con un servicio y personal muy profesional, que te atienden con gran simpatía y siempre están atentos a todas tus necesidades. Además en el ELEPHAS HOTEL, también ofrecían el servicio de Spa y de Masaje Ayurveda, y aunque nosotros no llegamos a utilizarlo, es sin duda otro aliciente más para relajarte y recuperar todas las fuerzas del cuerpo y de la mente con los distintos tratamientos y terapias que ofrecen.

 
* Para la elaboración y desarrollo de este artículo se han tenido en cuenta los datos obtenidos a través de la Wikipedia y de las propias experiencias vividas durante el viaje. (Fotografías e ilustraciones originarias de Pedro García Barbudo).

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