NEGOMBO

Tras varias horas de vuelo y una escala en Londres, por fin aterrizamos en el aeropuerto de Bandaranayake International Air Port de Colombo, la capital de Sri Lanka. Allí nos espera un chofer que nos recoge para llevarnos hasta Negombo, que será nuestro punto de partida y comienzo de la ruta que vamos a realizar por esta maravillosa isla. Negombo es una ciudad pesquera tradicional en Sri Lanka, su economía se basa en el turismo y en la industria pesquera . Es un encantador pueblo pescador, al norte de Colombo (la capital), se encuentra a tan solo 10km del aeropuerto internacional, mientras que la capital está a 30km. Por eso la gran mayoría de los viajeros deciden pasar ahí sus primeras horas o día. Consta de una bonita laguna, que te recomiendo recorrer si tienes tiempo para una vez que hayas tenido la primera toma de contacto del lugar, empieces con una buenas sensaciones lo que será un viaje para el recuerdo. A lo largo de la carretera costera de Negombo, donde se encuentran la mayoría de los hoteles, se puede encontrar una gran cantidad de restaurantes que sirven mariscos deliciosos y "comidas locales".

Algunas de las capillas y pequeños altares de Negombo

Iglesia de San Sebastián

La población de esta ciudad tiene una mayoría de católicos romanos y se le ha dado el nombre de "La Pequeña Roma" debido a las muy adornadas iglesias católicas romanas de la época colonial portuguesa, que se encuentran dentro del municipio. La ciudad tiene varios edificios que datan de la época colonial holandesa y portuguesa. La verdad es que mientras la recorremos, no deja de sorprendernos no solo estás iglesias, sino también la cantidad de cementerios que vemos y las pequeñas capillas con santos, vírgenes y cristos, que nos encontramos en cada esquina, pertenecientes a una comunidad o "barrio de la ciudad", responsables de erigirlos a la mayor gloria de su nombre.   

              

Por las calles de Negombo

Una de las Playas de Negombo

El "fuerte de Negombo" lo construyeron los portugueses en el año 1600. Pero en 1644 los holandeses invadieron el lugar, y mejoraron el fuerte para asegurar una óptima defensa. En aquella época toda la población del pueblo de Negombo cabía en el fuerte, solo había fuera del fuerte y sus murallas el puerto. A finales del Siglo XVII el fuerte alcanza el tamaño que tiene en la actualidad, con bodegas para las armas y las especies. A parte de las murallas, se ven todavía las bodegas y un árbol sagrado plantado por el rey Valagamba, traído de Anuradhapura.  Las atracciones de la ciudad incluyen la antigua "Puerta de la Fortalezaholandesa", construida en 1672 y que ahora forma parte de la prisión.     

El Canal Holandés de Negombo

Vistas desde un puente del Canal Holandés

El "Canal Holandés" que era una ruta de suministros a la administración holandesa, antiguas iglesias y pueblos de pescadores. Aunque reciba el nombre de "Canal holandés", no fueron los holandeses los que cavaron el canal de Negombo. Existía ya en la época de la colonización portuguesa, y parece ser que incluso en los tiempos antiguos del rey Parakrama Bahu, en el siglo XV,, tenía el canal como vía de comunicación y de transporte para las mercancías. Los holandeses la agrandaron y alargaron su trazado hasta Puttalan, al norte del país. Ahora solo se usa para el ocio y los pequeños barcos de pescadores que se protegen así de las tormentas tropicales. El canal de 100 km de longitud atraviesa la ciudad y la parte en dos, usado hasta el día de hoy, es una atracción para aquellos que quieren ver esta ciudad de "Negombo" desde una perspectiva diferente.

 

RESTAURANTE PALOMA

Tomando cerveza local "Lion"

Restaurante PALOMA en Negombo

Tras alojarnos en el Regal Réseau Hotel, por la hora que es y tras tantas horas de vuelo, decidimos ir a comer. Nos acercamos hasta un restaurante que no se encontraba lejos, el RESTAURANTE PALOMA.  El dueño es un hombre muy simpático que nos trató de una manera genial y con una excelente comida casera y local muy bien preparada y de excelente sabor y presentación. Por la hora que era estábamos solos.  Es un lugar acogedor y reformado con una atención excelente. No nos decepcionó. Un lugar que merece la pena conocer si andas cerca de allí. Además de estar rica la comida, la verdad es que yo destacaría sobre todo la atención y simpatía.

 Con el amable y simpático dueño del restaurante "PALOMA" en Negombo

Rottu, primera comida en Sri Lanka

REGAL RÉSEAU HOTEL & SPA

Un hotel precioso y de buena categoría situado en las playas de Negombo. Las habitaciones ofrecen unas vistas esplendidas y todo el confort de un hotel más que recomendable, tanto por su ubicación como por su servicio. Pudimos disfrutar de una estancia verdaderamente relajante con un servicio muy personal y una buena selección de comidas y bebidas nacionales e internacionales. Lástima de que nos quedáramos tan poco tiempo y no pudimos disfrutar más de sus instalaciones y servicios (incluida la espectacular piscina del ático, con vistas excepcionales y un servicio muy profesional y amable)

Plato de Biryani con huevo

Arroz con pollo y curry. Plato típico de Sri Lanka

Empieza a atardecer y tenemos ya la primera de las tormentas tropicales que a lo largo del viaje nos irán acompañando cada día (salvo excepciones), que suelen comenzar sobre la misma hora (3 o 4 de la tarde). Algunas veces la tormenta apenas dura una hora pero otras veces como es en este caso dura prácticamente lo que resta del día. Por este motivo y ante las intensas lluvias, tenemos que pillar un tuk tuk y recogernos en el hotel, donde ante la imposibilidad de salir a cenar, decidimos cenar allí mismo en el restaurante de la última planta. Pedimos un Arroz con curry y pollo. Este es el plato típico de Sri Lanka y consta del plato principal de arroz, con la carne o el pescado que hayas escogido, acompañado de guarniciones variadas que van desde verduras (en este caso judías verdes), frutas como Berenjena o Mango estilo caramelizado, salsa al curry picante, Dahl (lentejas- que pueden picar o no), Champiñón, además se suele servir con  Bhatura (pan de lentejas). Acompañado con cerveza local, nos llevan por todo 5.600 rupias esrilanquesas, que al cambio no llegan a "15 euros" entre los dos.

Sin embargo, a la mañana siguiente y tras una noche de merecido descanso por las muchas horas de viaje hasta alcanzar nuestro destino, nos levantarnos y la mañana nos sorprende con un día de lo más soleado y la temperatura es incluso calurosa. No podemos dejar de sorprender a la luz del nuevo día, la abundante y rica vegetación que hay en todo nuestro alrededor, una constante que se repetirá a lo largo de todo este VIAJE...

* Para la elaboración y desarrollo de este artículo se han tenido en cuenta los datos obtenidos a través de la Wikipedia y de las propias experiencias vividas durante el viaje. (Fotografías e ilustraciones originarias de Pedro García Barbudo).